La importancia de que el equipo QUIERA y PUEDA colaborar.

 

 

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CarmenSandovalCOACH

Creo que ahora es cuando mejor aplica esta frase que he oído por ahí: “Todo ha cambiado tanto, que ya ni el futuro es como antes”… y es que por todas partes se escuchan esos comentarios que hablan de la incertidumbre con la que inicia este 2017, y no es para menos, ya que la lista de situaciones a superar en el panorama es amplia, y creo que repasarla una vez más ahora tendría un efecto tan poco fructífero, comparable con el que por ejemplo traería el que leyéramos en voz alta un conjuro de un libro de hechizos de brujas salemitas, que en lo que vemos si se hace o no eso de volvernos sapos, por lo menos nos dejaría ante un par de noches con pesadillas. Mejor no hagamos ese recuento de complicaciones futuras.

 

Lo que sí he visto, es que en reacción a este panorama no muy optimista y ante la demanda de ideas de solución, cada vez son más las voces que recomiendan abordar la situación de manera más firme, y que proponen como una de las medidas más efectivas, la definición de metas claras que ayuden a que se camine a lo largo de estos 365 días y más, con puntos de referencia y acciones específicas.

 

Seguro lo has notado. Abundan las recomendaciones: cambia tu forma de hacer las cosas, redefine tu negocio, concéntrate en la innovación, revisa tu estrategia de punta a punta, pon metas parciales, revisa y corrige, establece mejores vínculos de comunicación con tus clientes y mercado, eficienta tus procesos, desarrolla tus competencias al máximo, retoma los esfuerzos como en aquellos primeros días de tu emprendimiento, trabaja como nunca con tu equipo de colaboradores, mide mejor tu desempeño, y bueno… un largo etcétera.

 

Te confieso que yo concuerdo plenamente con esas ideas (posiblemente porque soy consultora de negocios y son las líneas de desarrollo que recomendamos también), pero otra parte de mí me hace ver que hay un detalle que antes que todo eso, hay que revisar.

 

Te cuento una breve historia.

 

Una tarde cualquiera, tuve la oportunidad de reunirme con unas personas para revisar un proyecto de apoyo a señoras y señores mayores de 60 años, y uno de los dueños de una empresa que participa en esta iniciativa hizo un comentario que me llamó la atención; dijo: “tal vez en lo que me debería concentrar más  en este momento, es en que mi propio equipo de trabajo, fuera más productivo… espero que el curso de administración de proyectos y una certificación técnica que les daremos, los haga más participativos y colaborativos con los objetivos que buscamos en la empresa”.

 

Al seguir la charla noté que su agenda empresarial estaba llena de iniciativas y metas. Todas ellas muy apropiadas ya que planteaban mejoras en la mecánica de trabajo, y las metas retaban de forma interesante la capacidad del equipo, además de que resultaban atractivas y viables. Esto generaba en mi colega un alto grado de tranquilidad al saber que todo estaba estipulado en un plan, y al considerar e incluso comentarme que: si la gente se sumaba a él, no se iba de la empresa y aprovechaba la oportunidad que se le daba, todo estaría muy bien, ya que eran metas muy convenientes para el negocio.

 

¿Quéééééé´? (seguro ya notaste lo que me llamó la atención a mí)

 

¡¡¡Cómo que si no se van… y si deciden aprovechar la oportunidad!!!

 

¿Por qué no habrían de quedarse y disfrutar del logro?

 

Había una meta… un plan… medidas “atractivas”, ¿entonces qué es lo que podría fallar?

 

Bien, como tú y yo sabemos, para que alguien haga algo, en este mundo libre, ¡¡¡tiene que QUERER HACERLO!!!

 

Y bueno, para querer hacer algo, debe haber una conexión muy fuerte entre sus PROPÓSITOS y DESEOS, con las metas que se quieren lograr por parte del negocio. Y algo más… las personas tienen que estar emocionalmente fortalecidas y con la suficiente confianza en sus propias capacidades de lograr los objetivos de la empresa y los propios. Sin eso no llegarías lejos.

 

Ante eso podemos decir que el problema principal del establecimiento de metas en momentos de reto como los que vivimos ahora, es que no siempre nos detenemos a conocer el estado emocional y de propósitos de cada uno de nuestros colaboradores, y por ende, no trabajamos en el fortalecimiento de sus propias posibilidades. De hecho, es probable que varios colaboradores de casi cualquier empresa, ni siquiera sientan confianza y seguridad ante su propio potencial, y que estén en un estado casi de letargo y temor por haber relajado sus aptitudes de emprendimiento, innovación, proactividad, etc., guardando esos atributos en el armario desde hace mucho tiempo, y ahora que lo requieres en su mejor estatus en el nuevo plan, no están en condiciones de darlo.

 

Pero ten cuidado… muchas veces podemos confundir los síntomas, ya que cuando hablamos de personas desconectadas en lo emocional, pensamos en los que claramente se ven desanimados, con baja actitud, o incluso poco comprometidos. Pero las manifestaciones de inestabilidad pueden verse en actitudes como agresividad, indisciplina, inconformidad, desconcentración, entre otras…

 

Entonces ¿cómo afrontar la necesidad de establecer y lograr metas retadoras?

 

Pues la realidad es que el panorama de logros se clarifica, si cuidamos que al planteamiento de metas y retos, se sumen medidas que apoyen:

  • Al conocimiento de los motivos de las personas para participar en el equipo de trabajo.
  • El aprovechamiento de la posibilidad de entender cómo se sienten.
  • El trabajo de fortalecimiento emocional y de la confianza de las personas ahora que serán puestas a prueba en un entorno y momento más complejo.
  • La interpretación personal y conjunta de éxito.

 

El hecho es que medidas de desarrollo de competencias duras o técnicas (hard skills), así como el involucramiento de las personas en acciones de negocio replanteadas para atender a las nuevas exigencias del entorno, serán mucho mejor aprovechadas si quien está a cargo, es decir, la persona líder del equipo, trabaja con los y las colaboradoras a fin de que incrementen su deseo de participación, canalicen su energía laboral y profesional de la mejor manera, se integren mejor al trabajo de equipo aprovechando la diversidad y la aportación multidisciplinaria.

 

Todo está en ayudarles a que QUIERAN, y a que PUEDAN hacer las cosas desde su capa interior. Lo que hagan para la “capa exterior”, es decir, el desarrollo de competencias técnicas y el logro de mejores niveles de productividad, efectividad y calidad, siempre será más fácil y provechoso después de trabajar en la profundidad de las personas, con un sentido integral.

 

Te diré qué haría yo…

  1. Buscaría hacer un diagnóstico del estado emocional de los colaboradores con respecto a su labor y a la empresa.
  2. Ayudaría a que las personas mejoraran sus propias posibilidades cuanto antes, con ayuda de herramientas como el coaching.
  3. Me aseguraría de que los objetivos de la empresa se conectaran con los propósitos de las personas, a fin de que vieran en su trabajo, más allá de una fuente de ingreso, un afluente más a su visión personal de realización.
  4. Invitaría a esas personas fortalecidas, a participar con sus ideas en construir la forma de llegar a las metas que requiriera la Organización.
  5. Vería qué es lo que sienten que más les aportaría, para trabajar en un entorno positivo y atractivo para el logro de objetivos.
  6. En todo esto, trabajaría en que la comunicación interna, la cultura organizacional, el ambiente laboral, así como lo que se digan, la forma en que interactúen, y el espíritu de trabajo, esté impregnado de un pensamiento positivo que más allá del optimismo y de el ánimo desbordado, nos haga ver hasta en los peores problemas, las posibilidades y la forma en que se pueda aprovechar lo que sí está en sus manos para superarlos o cambiar de caminos.
  7. Finalmente, trasladaría el sentido de responsabilidad y colaboración, al equipo.

 

Piensa en esto… tú puedes hacer que cuando se den cuenta en tu empresa, haya transcurrido un poco de tiempo, y volteen hacia atrás, se sorprendan muy gratamente de lo que ahora han sido capaces de lograr.

 

Si gustas, te ayudo a construir ese futuro.

Entra en contacto con nosotros: carmensandovalcoach.com / contacto@carmensandovalcoach.com

 

8 comentarios en “La importancia de que el equipo QUIERA y PUEDA colaborar.

  • Finalmente la gente es el motor. Es la esencia. Comparto la idea de que muchos de los esfuerzos de las empresas se orientan a fortalecer las competencias duras, pero suele pasar que 1) algunas personas no siempre son aptas, por sus fortalezas personales, a tomar ciertos roles y tareas, 2) no siempre están emocionalmente encendidas para hacer algo mejor o diferente y como lo dices Carmen, sus propósitos están en otro lugar. Es una reflexión interesante ahora que queremos y necesitamos, revisar lo que hemos venido haciendo hasta ahora, y que ya no será suficiente.
    ¡Gracias y a darle!

  • Que interesante , es de mucha importancia en nuestra vida actual a nivel empresas, para beneficio de la sociedad y de nuestro país .

  • Carmen son muy buenos y reflexivos tus comentarios, tanto para uno como persona física y también para las empresas.
    Garcias por compartir estas reflexiones.

  • Carmen.
    Al leer y analizar tus conocimientos en la materia, los percibo muy interesantes.
    Ante esta situación que vivimos actualmente necesitamos estar preparados y a la vez conectarlos hacia nuestros trabajadores y también para aplicarlos en forma personal.
    Ya que muchas veces no sabemos o no entendemos los miles de problemas qué hay y por lo cual nuestras Empresas se rezagan pudiendo tener un mejor futuro,
    Espero que tengas el mayor de los éxitos y nosotros aprender un poco más,
    Felicidades y adelante por el bien común.

  • Excelente artículo, muy cierto, como empresa puedes plantear todas las metas, pero si el personal no está comprometido y las siente como propias, si bien se avanza pero no al ritmo necesario

  • Como lo comentas Carmén, cada ves es mas necesario ocuparse de manter al equipo enfocado en las metas personales y globales. Dejamos de ser ya esas empresas donde solo importaban las “horas nalga”, y el que se quedaba tarde era mas eficiente.
    Ahora se exige mejores profesionistas, mejor capacitados, mejor enfocados, pero a cambio los empresarios tenemos que tambien ser Mejores Empresarios, mejor capacitados, y ofrecerles una mejor empresa, sin importar cuanto les ofrezcan en otros lados, ya que como comentas y estoy de acuerdo contigo, tienen que “Querer” quedarse en la empresa y formar parte de un equipo ganador.

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