Jaime Torres Sohle
“No puedes vivir con miedo”.
“Tienes que ser valiente”.
Eso nos dicen de pequeños y en el camino, construimos genuinas autopistas neuronales diseñadas para alejarnos de las situaciones o eventos que aprendemos que nos ponen en riesgo.
Pero, ¿realmente el miedo es algo que DEBA ser evitado o algo que siquiera PODAMOS evitar?
Partiendo de la base de entender cómo se define el miedo, Wikipedia lo pone en los siguientes términos:
“El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales.”
Desde esta perspectiva, la razón de ser del miedo está intrínsecamente ligada al mismísimo diseño del ser humano y de hecho, de todo animal, pues es el mecanismo que nos avisa cuando debemos, ante una situación de riesgo, poner a trabajar nuestro organismo al 100% para con ello, ser capaces de sobrevivir ante la inminente amenaza que disparó la alerta.
Todo esto se complica cuando entramos en el terreno de ver qué exactamente es una “situación de riesgo”, pues el funcionamiento del cerebro está alambrado para el aprendizaje y derivado de ello, interpretamos como entorno seguro todo lo conocido, lo que por definición nos lleva a que todo lo desconocido representa un riesgo.
Luego entonces, partiendo de que el miedo es una emoción que se percibe como desagradable y por ello, hay que evitarla, significa que debemos mantenernos alejados de todo aquello que por desconocido, enciende estas alertas, lo que nos llevaría a una vida cómoda, tranquila y aparentemente “feliz”.
Pero dolorosamente insulsa…
Ahora bien, hoy los límites de lo conocido los tienes perfectamente definidos y todo el terreno rodeado por estos límites ha participado en lo que eres hoy. La pregunta es, ¿quieres seguir viviendo dentro de estos límites hasta el final de tus días?
La vida en los seres humanos, como en los tiburones, es movimiento. Si te quedas quieto, mueres…
Entonces, hay que salir de estos límites para sentirse vivo, pero salir de ellos inevitablemente nos lleva a la desagradable emoción del miedo. ¿Cómo vivir con esta disyuntiva?
No puedes, a menos que un desbalance químico importante en tu cerebro bloqueara esta fundamental emoción, dejar de sentir miedo. Y no puedes dejar de salir de tu zona de lo conocido, si quieres llevar tu vida a otro nivel.
Así que tu única opción es dejar de “sufrir” por esta emoción, dejarla seguir presente pero saber cuándo brindarle toda la atención que merece y cuándo, en aras de la transformación, aprender a ignorarla.
Los valientes sienten miedo. Simplemente no sucumben a él. No se dejan amedrentar. Lo ven, lo escuchan, lo sienten. Lo abrazan como parte de su humanidad y tomando en consideración sus prudentes recomendaciones, se lanzan al vacío en busca del siguiente estadio de su evolución.
El miedo es la antesala de lo desconocido = nuevo = reto = crecimiento = vida.
Jaime Torres Sohle
Entra en contacto con nosotros: carmensandovalcoach.com
Definitivamente el miedo es un freno en la superación personal, y en los proyectos que quisiéramos realizar. Es un tema muy interesante pues el poder superarlo nos permite el crecimiento.
Muy cierto! El miedo es parte fundamental de nuestra vida y es necesario en nuestro proceso de comprobar y sentirnos orgullosos de lo que somos capaces